Estas son sólo nueve de las preguntas que deja la marcha del 13 de noviembre y su comparativo con la contramarcha del 27, pedida por el presidente López Obrador y organizada por todo el aparato del Estado.
Lo que deja en claro esta marcha es que el presidente está nervioso por las posibilidades que tiene su proyecto de trascender el 2024. Ha querido vender la idea de que el triunfo de Morena en las próximas elecciones estatales y en la presidencial es inevitable pero es evidente que los ríos de personas que vio salir a las calles a defender al INE el 13 de noviembre lo pusieron a la defensiva.
Su reacción ha desencadenado el fortalecimiento de una oposición que estaba pasmada, mermada y casi inexistente. En la encuesta hacia el 2024 publicada por este diario ayer Morena sigue siendo fuerte, pero ya no inalcanzable. La suma de los porcentajes obtenidos por los partidos de oposición se queda a 5 puntos de la obtenida por Morena y sus aliados.
En el legislativo, la insistencia en una reforma electoral que quiere fortalecer solamente a Morena a costa de todos los demás partidos ha dado un nuevo impulso al bloque opositor. La estrategia de ‘divide y vencerás’ le estaba funcionando al presidente a las mil maravillas cuando había logrado que el PRI se sumara en la reforma para extender el tiempo del ejército en tareas de seguridad pública. PAN y PRD habían dicho que así no se concretaría la alianza opositora hacia el 2023 ni menos hacia el 2024. Y sin embargo, ahora hasta MC se ha sumado en rechazo a la reforma electoral de López Obrador.
Una reforma que, por cierto, el presidente parece no entender. Ayer en su mañanera AMLO repitió que “el bloque conservador va a impedir la reforma constitucional porque no quiere que haya menos diputados, menos senadores, quiere seguir manteniendo a los plurinominales, quieren seguir entregando muchísimo dinero a los partidos, a los consejeros no quieren que los elija el pueblo". ¿Cómo es posible que diga esto si su reforma electoral busca la reducción de legisladores mediante la desaparición de los de mayoría relativa (los que elegimos los ciudadanos) para quedarnos solamente con diputados y senadores plurinominales (los que eligen las cúpulas partidistas al ser los que arman las listas con sus integrantes)?
O el presidente no entiende su reforma o quiere engañar con que busca un ahorro cuando lo que realmente persigue es afianzar el poder de las cúpulas partidistas.
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